No estás deprimido, estás distraído. - Facundo Cabral (Audio y texto completos)
Por Benjamín Cervantes Romero

Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas ¡te libera de cosas! ¡Te aliviana para que vueles más alto! Para que alcances la plenitud
De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. Y la vida es dinámica, por eso está en constante movimiento, por eso solo debes estar atento al presente, por eso mi madre decía: yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios. Por eso Jesús decía el mañana no interesa, él traerá nueva experiencia; a cada día le basta con su propio afán.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perúya, la Baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros, y los cigarros de Cheft Daguidoft, las mil y una noches , la divina comedia, el Quijote, el Pedro páramo, los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman, Mahler, Brands, Ravel, Debussie, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravaggio, Rembrandt, Velásquez, Cezzane, Picazo, y Tamayo entre tantas maravillas. Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas, y las dos son buenas: Si te gana, te liberas del cuerpo que es tan molesto; tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas. Y si le ganas serás más humilde, más agradecido, por lo tanto fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.
No estas deprimido, estas desocupado.
El bien se alimenta de sí mismo, el mal se destruye a sí mismo. Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serías buenos, aunque sea por negocio.
La ignorancia nos hace sentir encerrados y mortales, es decir, que nos encerramos y nos limitamos solos. El miedo nos distrae del amor, que es sabio y valiente porque sabe que no hay ni medidas ni fin.
No vives entre límites, sino en el mismísimo centro de lo milagroso, libre del ilusorio orden de la mente lineal, excitado por la imaginación y armonizado por la esperanza. Eres un espíritu que por un rato ocupa un cuerpo, un vehículo apto para este deambular por mares y montañas, entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento.
Olvida lo que crees que eres y comienza de cero ahora mismo, entonces convivirás con todos… fácilmente. Es tan grato vivir si divisiones: bueno-malo, rico-pobre, negro-blanco, amigo-enemigo, compatriota-extranjero, es tanta la liviandad cuando no hay enemigos, que podemos volar en cualquier momento porque la alegría tiene la simpatía de la magia.
No perdiste la inocencia, sólo la ocultas por miedo a la burla de los que...sólo pueden catalogar porque la perdieron. Déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años, pero enriquecidos por la inteligencia, libérate de los preconceptos de la memoria y mira todo como primera vez, entonces te salvarás del aburrimiento que ensombrece a los que creen saberlo todo, y no confundas a la actividad con la vida. Ahí está el sol, exactamente ahí, para que lo veas. Ahí está el árbol hace muchos años, para que te des cuenta que es una maravilla. Libérate de la imagen que te ayudaron a forjar los demás y volverás a la inocencia, que es nuestro estado natural, entonces estarás contento con las arrugas que confirman todo lo que viviste, es más, sólo en la inocencia sentirás que eres parte de lo que te rodea, es decir, que sólo en la inocencia puedes ver a Dios.
Donde el ignorante ve dos cosas, el sabio ve una, y ese uno es la verdad. El sabio se ve en lo que ve, es iluminado e ilumina; es consciente de que él también es luz, es decir, el estado más elevado del ser.
En la paz, todo es creación, es un vivir en arte. La paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco. La paz me hace gozar como nadie al sol de todos. Por la paz mi canto se eleva muy alto y aggiorna los rincones más bajos. La paz es el poema que mejor me modela. En la paz, mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas tienen hijos. En la paz se siente cómoda la libertad y es fácil la justicia. La paz, es una flor donde están todas las primaveras; en la paz, nos miramos a los ojos y compartimos todos nuestros sueños por audaces que sean. En la paz, uno es uno mismo sin esfuerzo. En la paz todo me da derecho a sentirme hijo de Dios.
No seas desagradecido, ¡piensa cuantas cosas tuvieron que conectarse desde lo más recóndito del universo para que fueras éste que eres! ¡Para que pudiera ser la ciudad donde vives! piensa cuantos millones de años tuvieron que pasar, para tener conciencia de la maravillosa inmensidad que nos rodea, de la que somos parte.
Abre los ojos de tu corazón y lo verás a Dios, que es lo que nos habita cuando estamos conscientes, entonces sentirás que el espíritu se recreó hasta llegar al hombre que llega a tener conciencia de Dios, el hombre en que se repite toda la evolución. Somos el final de una cadena extraordinaria que tiene 15.000 millones de años. Tal vez seamos el objetivo de la creación, entonces nuestra religión es universal.
No olvides que eres un aristócrata, un príncipe porque eres hijo del rey del universo. Sólo tienes que darte cuenta. Recuerda que Jesús decía, que al pan lo trae la verdad y a todo lo que necesitas. ¡Entonces no hay límites! ¡tú decides a dónde quieres llegar! y esto con la alegría que abre todas las puertas, porque para Dios siempre somos niños! entonces la vida es un juego maravilloso, un juego que incluye al todo y a todos. Estás hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear todo.
La tarea es armonizar esta gigantesca variedad que es la humanidad porque esto enriquecería a todos. Hasta dejamos de decir cosas bellas a las mujeres porque ahora puede ser considerado acoso sexual. Pronto tendremos que salir a la calle con un abogado; parecería que vivir es una secuencia de pleitos. La tarea es comprender que la vida son subidas y bajadas, constante movimiento, es decir, cambios. Entonces tenemos que sacar de nuestro lenguaje la palabra decadencia, que es otra etapa más.
Ya no habrá grandes mitos que seguir, ni ideologías. Ahora deberemos comunicarnos de hombre a hombre porque ésta, es la era del individuo, por eso la Internet. Entonces aumentará la calidad, desaparecerá lo macro para que señoree lo micro. Esto quiere decir que de aquí en más, no habrá televisor, política o familia que pueda apagar ese fuego sagrado que es el alma, donde vive para siempre la inteligencia, alimentada por el universo desde hace tantos siglos.
Los que preguntan avanzan, los que no preguntan se quedan; es decir, mueren porque la vida es movimiento. Todo se recrea a cada instante, por eso hay que estar atento. Por una mujer, te pierdes al resto. Por una casa te pierdes el mundo, es decir, por una esquina te pierdes mares y ríos, es decir: delfines, ballenas, salmones, tiburones. Por una familia, una ideología y una religión, te pierdes arquitectos, egiptólogos, poetas, filósofos, chamanes, antropólogos, profetas, ¡miles de maneras de ver al espíritu y las estrellas! orquídeas de Colombia, Bacon, Giaccometti, Nietzche, el Golfo de Aqaba, Alejandría, Tokio, la Grecia de Homero que tanto amó Lorenz Darrell, Guanajuato, donde me enamoré de Katherine Valevka, -aunque no tuve oportunidad de decírselo- Chichicastenango, donde con una danza ordenaron a mi esqueleto. París, donde Rilke veía despertar a la belleza cada mañana al lado de Ronda. El trastevere romano, donde Fellini dibujaba sus personajes, donde el Moisés de Michelangelo, está harto de los turistas que los asfixian en San Pietro in -Víncoli, donde apenas cabe. Londres, Berlín, Bruselas, Praga, donde los escritores románticos tenían una idea tan alta de la felicidad que nunca la alcanzaban, por eso se sentían desdichados; tristeza que los excitaba, dolor que gozaban, como los cantadores flamencos y los cantores de tango. Madrid, donde Lupe siempre está al borde del pensamiento, pero nunca cae. Miami, que es el puente que comunica a los latinos con los sajones. El desierto de Sonora, donde conocí a Erich Fromm, que decía que Susuki era un budista Zen, porque lo había experimentado, y esa autenticidad lo hacía difícil de leer, porque el Zen no da respuestas racionalmente satisfactorias, pero sí los libros de los intelectuales occidentales que lo explican más fácilmente aunque no lo hayan experimentado.
Sabemos que detrás de una máscara, siempre hay otra, como también vemos la pureza en la desnudez, las libertades del jazz y los ritos de las dictaduras. Aceptar la realidad, es salvarse de los engaños, entonces la verdad nos hace vivir plenamente.
No te engañes! entonces nadie te engañará! ¡Sé firme como Buda, como Jesús, como Espinosa, como Einstein, como Ford; firme pero abierto al mundo, atento a las propuestas de la vida! Predica las virtudes, pero no calles las verdades. ¡Nunca te arrepentirás de haberte animado, y nunca te perdonarás no haberlo hecho! Además, no tienes nada que perder, porque ni una sola de tus orejas es obra tuya, y no te preocupes por el futuro porque al final de tu vida no te espera la cima de la montaña, sino la paz del valle. A nadie tienes que rendir cuentas si no haces mal a nadie; como a nadie tienes que explicar nada, por eso no debes agotarte en las vanas áreas de querer convencer y gustar. Lo importante es que estés convencido y te guste lo que haces. Y si tienes un gran sueño debes estar dispuesto a un gran esfuerzo para concretarlo, porque sólo lo grande alcanza lo grande. Si estudias superficialmente, aprenderás superficialmente. Si vives por la mitad, sólo conocerás la mitad de la vida. Si tienes la cabeza dividida verás al mundo dividido. Si trabajas por obligación, serás un desocupado, un desdichado más. Si tienes miedo no conocerás al amor que es valentía.
No estás deprimido, estás distraído del presente donde sucede la vida, por ejemplo: los amaneceres y los ocasos, las gaviotas, los cóndores, las águilas, las palomas y las golondrinas, las montañas, los valles, los ríos y los mares, el deporte, el arte, la agricultura, la arquitectura, la selva, los guacamayos, los monos, los tigres, los leones, los cocodrilos, los elefantes, los arroyos, los seres humanos de todos los colores, el ilusorio tiempo que te empuja y la eternidad que te permite cambiar de rumbo y recomenzar a cada instante.
No estas deprimido, estas distraído de las maravillas que suceden alrededor tuyo; desde nacimientos a cosechas, desde revoluciones a conciertos, desde campeonatos de fútbol a viajes interplanetarios. No estás deprimido por algo que pasó, sino distraído del todo… que es ahora mismo.

No estás deprimido, estás distraído; distraído de la vida que
te puebla.
Tienes corazón, cerebro alma y espíritu, entonces no sé cómo
puedes sentirte pobre y desdichado, distraído de la vida que te rodea:
delfines, bosques, mares, montañas, ríos…
No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5.600 millones además no es tan malo vivir solo, yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayo tu padre que se siente viejo porque tiene 70 años olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba a como nadie a Chopin a los 90 es por solo por citar 2 casos conocidos.
No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5.600 millones además no es tan malo vivir solo, yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayo tu padre que se siente viejo porque tiene 70 años olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba a como nadie a Chopin a los 90 es por solo por citar 2 casos conocidos.
No
estas deprimido, estas distraído.
Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible porque todo te fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas ¡te libera de cosas! ¡Te aliviana para que vueles más alto! Para que alcances la plenitud
De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. Y la vida es dinámica, por eso está en constante movimiento, por eso solo debes estar atento al presente, por eso mi madre decía: yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios. Por eso Jesús decía el mañana no interesa, él traerá nueva experiencia; a cada día le basta con su propio afán.
No perdiste a nadie. El
que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos, además lo
mejor de él, el AMOR, sigue en tu corazón. ¿Quién podría decir que Jesús está muerto?
No hay muerte; hay mudanza, y del otro lado te espera gente maravillosa:
Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi
madre que creía que en la pobreza está más cerca el amor por que el dinero nos
distrae con demasiadas cosas y nos aleja porque nos hace desconfiados.
No encuentras la felicidad y ¡es tan fácil! solo debes escuchar a tu corazón antes que intervenga tu cabeza que está condicionada por la memoria y complica todo con cosas viejas con órdenes del pasado, con prejuicios que enferman, que encadenan, la cabeza que divide, es decir, que empobrece; la cabeza que no acepta la vida como es, no como debería ser
No encuentras la felicidad y ¡es tan fácil! solo debes escuchar a tu corazón antes que intervenga tu cabeza que está condicionada por la memoria y complica todo con cosas viejas con órdenes del pasado, con prejuicios que enferman, que encadenan, la cabeza que divide, es decir, que empobrece; la cabeza que no acepta la vida como es, no como debería ser
Haz
solo lo que amas y serás feliz y el que hace lo que ama esta benditamente
condenado al éxito que llegará cuando deba llegar porque lo que debe ser será y
llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por
amor; entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo,
porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se calló
el avión con mi mujer y mi hija, la que me mantuvo vivo cuando los médicos me
diagnosticaban 3 o 4 meses de vida.
Dios
te puso un ser humano a cargo y eres tú, a ti debes hacerte libre y feliz.
Después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: “Amarás
al prójimo como a ti mismo”. Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y
piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios, y decide ahora mismo
a ser feliz porque la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de
afuera. Además la felicidad no es un derecho si no un deber porque si no eres
feliz estas amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento
ni valor para vivir mandó matar 6 millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perúya, la Baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros, y los cigarros de Cheft Daguidoft, las mil y una noches , la divina comedia, el Quijote, el Pedro páramo, los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman, Mahler, Brands, Ravel, Debussie, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravaggio, Rembrandt, Velásquez, Cezzane, Picazo, y Tamayo entre tantas maravillas. Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas, y las dos son buenas: Si te gana, te liberas del cuerpo que es tan molesto; tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas. Y si le ganas serás más humilde, más agradecido, por lo tanto fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.
No estas deprimido, estas desocupado.
Ayuda
al niño que te necesita; ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y
los jóvenes te ayudaran cuando lo seas; además el servicio es una felicidad
segura como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin
medidas y te darán sin medidas. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún,
hasta convertirte en el mismísimo amor.
Y que
no te confundan unos pocos homicidas y suicidas; el bien es mayoría pero no se
nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por
cada que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida.
El bien se alimenta de sí mismo, el mal se destruye a sí mismo. Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serías buenos, aunque sea por negocio.
No
estás deprimido, estás… distraído.
Si escucharas al otro, al que llevas dentro, sabrías
todo. En todo encontrarías algo para ti, entonces te elevarías constantemente y
ya no habría confusión sino matices, y en esa serenidad no buscarías nada,
entonces encontrarías todo. Y estando en el presente dirías y harías lo que hay
que decir y hacer a cada momento natural y graciosamente sin esfuerzo, lo que
haría que tu relación con los demás fuera plena, y al crecer en el amor serías
más creativo, sin límites ni condiciones.
La ignorancia nos hace sentir encerrados y mortales, es decir, que nos encerramos y nos limitamos solos. El miedo nos distrae del amor, que es sabio y valiente porque sabe que no hay ni medidas ni fin.
Busca
adentro y desaparecerán las nubes de la periferia. Quédate quieto y en silencio
para escuchar al sabio que llevas dentro, el que tiene siglos, no años como tu
cuerpo .Por eso está mas allá de tus caprichosas medidas, de los prejuicios que
provoca el miedo, hijo de tu ignorancia.
El sabio que está más allá de los efectos que cree buenos o malos, ricos o
pobres, oscuridad o luz, porque está en lo esencial, es decir en la mismísima
causa, en lo invisible de donde surge
todo. Y cuando escuches al sabio que llevas dentro, sentirás a la lluvia buena
y saludable el frío....Estarás tan atento a la causa, que todos los efectos
serán luminosos. Ese estado de claridad ayornará todos los rincones, por eso lo
compartirás todo y a todos llegarás graciosamente, entonces la riqueza se
multiplicará a cada paso.
David le
pidió sabiduría a Dios, que le dijo, "No pides poco, porque la sabiduría
incluye todo".
No vives entre límites, sino en el mismísimo centro de lo milagroso, libre del ilusorio orden de la mente lineal, excitado por la imaginación y armonizado por la esperanza. Eres un espíritu que por un rato ocupa un cuerpo, un vehículo apto para este deambular por mares y montañas, entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento.
Y en
el medio del mundo del espíritu juega la razón, que cura el cáncer, que
facilita las comunicaciones, que estudia el terreno de Marte, que puso al
hombre en la luna. El pensamiento te lleva a nuevos lugares, o te hace ver
diferentes más ricos a los viejos. Esto te cambiará tanto, que cambiará tu
actitud frente al mundo, al que alguna vez quisiste cambiar en lugar de
entenderlo. Y cuando cambies tendrás incidencia en él... cierra los ojos y
verás todo lo que será. Liberado del tiempo histórico, viajarás a la velocidad
de la luz, y ese viaje puede mejorar la vida de muchos, porque es incalculable
el poder del pensamiento, que es un grandioso alquimista, que puede transformar
cualquier circunstancia en una fiesta, es decir, cualquier metal en oro.
Una
vez encendida la luz interior, nada puede apagarla; es tan perfecta e
incorruptible como el oro, que simboliza el poder de la pureza, de lo esencial,
es decir del espíritu, que es un viaje infinito y maravilloso porque estalla a
cada instante vivido con profundidad.
La
santidad es la meta prevista para todos, aunque pocos se den cuenta, o se
animen a entrar en los caminos que llevan a ella. Abandonado el ego, comienzan
los milagros, entonces sin lucha, recuperarás la fuerza natural, por eso podrás
provocar vida a través del amor, hasta caminarás sobre las aguas y curarás con
la palabra. Recuerda que Jesús dijo: “Cosas
más grandes verán, cosas más grandes harán”.
No
estas deprimido, estas distraído… por
tu ego, que distorsiona, contrario a la inocencia que aclara. El ego confunde a
las cosas con su juicio, cree que las cosas son lo que él piensa que son; es
más, el ego cree que las palabras son las cosas. El ego no vive, interpreta, es
una constante actuación que nunca alcanza la realidad. En tanto la inocencia,
trata a todos por igual, por eso está más cerca de la felicidad, de la
riqueza,... de la tranquilidad.
La
inocencia ve todo con asombro, por eso nos lleva de fiesta en fiesta. La
inocencia, cree, lo que es una bienaventuranza, la inocencia es excitante,
porque ve todo por primera vez; para ella el mundo está lleno de novedades,
para la inocencia todo es un espejo, porque en la inocencia tomamos conciencia
que somos parte de Dios. Es decir, que se ve asimismo en todas las cosas: el
inocente, se divierte fácilmente porque todo le llama la atención: una vaca
pastando, el tronco de un viejo árbol, las mariposas negras sobre los trigales
dorados, el colibrí detenido en el aire, el panadero sacando el pan del horno,
la noche estrellada, la lluvia del invierno, los leños ardiendo en el hogar,
los papeles de Matisse, las caravanas de las hormigas y las de los beduinos, el
sermón del domingo a la mañana y el fútbol del domingo a la tarde.
El ego
les pone nombre a las cosas, pero el inocente las ve, el ego las juzga, el
inocente las vive, el ego divide, la inocencia armoniza diferencias, el ego
depende de la mente, el inocente del corazón. El ego es viejo porque depende de
la memoria, pero el inocente está naciendo a cada instante; el ego nos agota
porque siempre lucha. El inocente, flota graciosamente siempre se entrega. El
ego se aburre, no puede dejar de buscar. El inocente va de asombro en asombro, porque siempre
encuentra y pude quedarse por la eternidad gozando el mismo caballo o la misma
flor o la misma estrella. Porque el inocente está tan entregado a la vida, que
cambia como ella constantemente, por eso lo mismo nunca es lo mismo, por eso la
inocencia es fresca para siempre.
Ahora
que estás solo y tranquilo, olvida lo que eres porque eso es creación de los demás y escucha tu
corazón... ¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres hacer ahora, porque la vida es ahora
mismo?
Olvida lo que crees que eres y comienza de cero ahora mismo, entonces convivirás con todos… fácilmente. Es tan grato vivir si divisiones: bueno-malo, rico-pobre, negro-blanco, amigo-enemigo, compatriota-extranjero, es tanta la liviandad cuando no hay enemigos, que podemos volar en cualquier momento porque la alegría tiene la simpatía de la magia.
No perdiste la inocencia, sólo la ocultas por miedo a la burla de los que...sólo pueden catalogar porque la perdieron. Déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años, pero enriquecidos por la inteligencia, libérate de los preconceptos de la memoria y mira todo como primera vez, entonces te salvarás del aburrimiento que ensombrece a los que creen saberlo todo, y no confundas a la actividad con la vida. Ahí está el sol, exactamente ahí, para que lo veas. Ahí está el árbol hace muchos años, para que te des cuenta que es una maravilla. Libérate de la imagen que te ayudaron a forjar los demás y volverás a la inocencia, que es nuestro estado natural, entonces estarás contento con las arrugas que confirman todo lo que viviste, es más, sólo en la inocencia sentirás que eres parte de lo que te rodea, es decir, que sólo en la inocencia puedes ver a Dios.
No
estás deprimido, estas distraído…de la buena información, inevitable para una
buena vida. Salomón o Borges, en lugar del periódico, Mahler o Bach, en lugar
del televisor. Amistades inteligentes y positivas, en lugar de perdedores por indolencia e ignorantes desdichados por su
propia decisión. De este modo recibirás la mejor energía, la esencial, porque el
crecimiento es natural de la vida, el movimiento constante es su causa, y para
estar listos para los cambios debemos estar libres y atentos, con las
herramientas preparadas para ejecutar, cuando las energías pasen por nosotros.
De lo contrario, se esfumarán como el humo que sale de las chimeneas. Por eso es
conveniente siempre estar cerca de los que son buenos receptores, los
despiertos, los curiosos como, Edson Russell, Schopenhauer, Ashbery, Bradbury,
Eco, Paz, Krishnamurtyi, Osho, por hablar de los más cercanos.
El
secreto de Einstein, era seguir a las cabezas más altas que la suya. Como el secreto
de Campbell, fue mecerse en todos los rincones de la historia. Sólo la
inteligencia puede detectar cómo se entrelazan las cosas de la vida, sólo la
inteligencia puede conectarnos con el universo, hasta comprender que somos
parte de él, por lo tanto, tenemos su misma energía. Nada se repite, por eso hay
que vivir ahora, y la vida entera está en cada acto, como todo puede nacer de
un solo átomo, y la inteligencia, es la que ve antes de ver, la que escucha
antes de escuchar, la que sabe a dónde va lo que se está diciendo o haciendo,
las grandes consecuencias de la mínima actitud, y sólo el que está presente,
puede comprenderlo todo. El que bebe directamente de la fuente de lo esencial, por
eso sabe que todo puede suceder, por eso nada lo aflige, es más, al aprender de
los errores, los transforma en aciertos. Nadie tiene derecho a la ignorancia, por
eso lo pagará caro, y lamentablemente ensombrecerá el camino de todos, por lo
tanto la ignorancia es una manera inconsciente del mal. Como el ideólogo, que al separar, pude llegar
a provocar una guerra; pero el sabio sabe que la tarea es hacerse cargo de uno
mismo y armonizar diferencias, porque separar además de empobrecer es un
suicidio, por esa razón hay muertes hasta en las canchas de fútbol. El sabio no
separa, porque el todo es parte del todo, sólo está atento para ver las
conexiones. Alguna vez canté... que se mueve alguna estrella cuando arranco una
flor.
El
sabio, está en el río que une todo. En la energía que lo entreteje todo, el
sabio sabe que es un sueño más de Dios hecho realidad; salvo que lo que
llamamos realidad, sea otra manera del sueño.
Donde el ignorante ve dos cosas, el sabio ve una, y ese uno es la verdad. El sabio se ve en lo que ve, es iluminado e ilumina; es consciente de que él también es luz, es decir, el estado más elevado del ser.
Lo que
llamamos muerte, es el estado más sutil de la luz. Si quieres vida, vive en
paz. Si quieres muerte vive en guerra. Cuida cada palabra, porque estamos
estructurados en palabras. No hieras ni ofendas a nadie, porque de uno en otro,
puede volver a ti transformada en una bomba. San Agustín aconsejaba “sólo pide
justicia, pero sería mejor que no pidieras nada”. O dicho de otra manera, no
interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa tarea del Señor, al que San
Francisco pidió,” haz de mí un instrumento de tu paz” que donde haya tristeza,
yo lleve alegría. Que donde haya oscuridad, yo lleve luz. Que donde haya odio,
yo lleve amor.
La
oración dilecta de mi madre dice: “Señor, te pido perdón por mis pecados ante
todo, por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que estás presente
en todas partes. En segundo lugar te pido perdón, por haber implorado tantas
veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí. Y por
último, te pido perdón, por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi
corazón sabe que mis pecados me son perdonados antes que los cometa. ¡Tanta es
tu misericordia, amado Señor!”.
No te agotes compitiendo, Dios sabe lo que es para ti, y el dato está en tu corazón. Entonces, haz lo que amas, no hay otra manera de vivir. El mismo amor que me trajo, te trajo. Por eso es un error decir que hacemos el amor, el amor nos hizo y nos modela día a día, y esto depende de lo blando, de lo abierto que estemos. Y por ser obra del amor, el ser humano es maravilloso. A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música, la pintura, los aviones y las computadoras entre tantas cosas.
No te agotes compitiendo, Dios sabe lo que es para ti, y el dato está en tu corazón. Entonces, haz lo que amas, no hay otra manera de vivir. El mismo amor que me trajo, te trajo. Por eso es un error decir que hacemos el amor, el amor nos hizo y nos modela día a día, y esto depende de lo blando, de lo abierto que estemos. Y por ser obra del amor, el ser humano es maravilloso. A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música, la pintura, los aviones y las computadoras entre tantas cosas.
Y si
el hombre es lo que ama, somos todo lo que fue, lo que nos hizo posible. Desde
Buda hasta Rembrandt, desde Mozart a Picasso, desde Copérnico a Freud. Somos el
viento que refresca y la lluvia que renueva, somos la nieve del invierno y las
flores de la primavera, somos la luna, el sol, somos… otro fruto de Dios.
Yo soy
un recién nacido, pero por la experiencia que guardó mi memoria, ya no quiero
herir a nadie, porque sé que la agresión
trae enfermedad, es decir, complica más las cosas. Somos parte de la misma cosa
por lo tanto, si te hago mal, me hago mal. Antes me movía la razón, que es
objetiva, ahora el amor, que es la razón del universo, pero… no perdí el fuego,
es más, ahora tiene mayor calidad, porque antes quemaba y ahora ilumina, es
decir que pasé de destructor a constructor.
Al
pobre le hablo de esperanza, y al rico de conversión. La esperanza salvará al
pobre y la conversión purificará al rico. La esperanza del lado del pobre y la
conversión del lado del rico, acercará a nuestros hermanos y yo vine a trabajar
para ese encuentro y cuando todo se junte, no habrá cerraduras en las puertas,
ni habrá fronteras. Entonces todos compartirán todo, por lo tanto reinará el
buen humor. Clinton y Castro jugarán tenis en Cancún, y Husein llevará a sus
hijos a Disney World.
No
estas deprimido, estas distraído de la paz. Por eso te pregunto cuándo vas a
dejar de pelear para comenzar a vivir, porque no se pueden hacer las dos cosas
a la vez.
Me
preguntas cuándo volverá Jesús, yo te digo que nunca se fue, siempre estuvo en
tu corazón, sólo tienes que callar a la cabeza y escucharlo.
Nadie
se hace la gran pregunta: ¿Quién soy? Todos siguen cumpliendo un papel,
generalmente decidido por los demás, como el éxito y el fracaso.
Todos son
lo que se ve: sus cuerpos o sus logros materiales, y las cosas materiales son
tan importantes, que los amores que comienzan en los parques terminan en los
tribunales. Todos ejercer la mendicidad de alguna manera, olvidando o no
enterándose jamás que son príncipes, parte de un universo extraordinario, al
que olvidan por pequeñeces locales, parroquiales, y a veces sólo familiares.
Reconozco
muchas caras y conozco algunos nombres, pero pocos individuos que sepan quienes
son. Me preguntan dónde puedes encontrarme, y te digo que en cualquier parte,
porque soy parte del universo.
El
nombre y el oficio son distracciones, cárceles, limitaciones, un camino que nos marcan y que seguimos
ciegamente. Tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quienes somos, y el
espíritu, que es lo que somos, no acepta condiciones, por eso no hay que
confundir, lo material con la realidad, por lo tanto no hay fronteras aunque la
mayoría las necesite por miedo a lo infinito. Por eso inventó a instituciones
como el matrimonio, el nacionalismo, los ideales, la patria: estacas, a la que
se atan, para no tener que vivir la totalidad. La casa de uno es uno, por eso,
yo estoy bien en todas partes, y a mi casa entran y de mi casa salen pensamientos
y sucesos constantemente. Y si mi casa soy yo, que soy parte del todo, mi casa
es este mar y esta playa, esos delfines y este hotel, esta silla y aquel velero
que deja una estela blanca sobre el turquesa que inventa la luz, que también es
mi casa; como la sombra que puebla los
laberintos de la mente de los locos, que también son mi casa; como la música de
Mahler, la pintura de Cézanne, los cigarros de Davidoff y el rock and roll.
No
puedes mover a tu cuerpo porque está demasiado cargado de pasado. Olvida hasta
tu nombre y comienza de nuevo en este momento, e inmediatamente sentirás que
vives en un mundo maravilloso. Cuando sientes que no eres lo que piensas,
puedes volar.
El principio y el final, es decir la vida y la muerte, son invenciones de la mente, como sufres cuando se va tu hijo porque te acostumbraste a pensar que eras sólo padre. Deja al pasado de lado y sentirás toda la vida, sólo las moléculas se disuelven, la conciencia no muere con la materia.
El principio y el final, es decir la vida y la muerte, son invenciones de la mente, como sufres cuando se va tu hijo porque te acostumbraste a pensar que eras sólo padre. Deja al pasado de lado y sentirás toda la vida, sólo las moléculas se disuelven, la conciencia no muere con la materia.
La luz
de la conciencia, seguirá iluminando los infinitos caminos de la vida. No somos
tan malos como creemos, por eso la paz es posible y la paz, es el punto más
alto que podemos alcanzar.
Parece
que Dios nos ama más que nosotros mismos, porque sigue dándonos oportunidades
todos los días. Francisco tenía razón.
El sol y la luna son hermanos. Los animales y las plantas son nuestros hermanos,
porque todos somos criaturas del Señor.
Entonces nuestras obras son nuestras hermanas y hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas. Y si digo nuestras obras, digo la pintura, la música, la literatura, los automóviles, los aviones, los teléfonos, las computadoras.
Entonces nuestras obras son nuestras hermanas y hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas. Y si digo nuestras obras, digo la pintura, la música, la literatura, los automóviles, los aviones, los teléfonos, las computadoras.
No busques afuera, lo que no tienes adentro,
no puedes pedir amor si no lo diste. No puedes pedir justicia, si no fuiste
justo. No puedes buscar paz afuera si no la tienes dentro. Pero no hay apuro,
tienes a la eternidad delante, además el trayecto suele ser más emocionante que
la llegada, si es que se puede llegar a alguna parte.
Entonces lo sensato es recomenzar a cada instante, y sin impaciencia desaparecerá la violencia. La vida le gana a la muerte, por eso nace más gente de la que muere. Y nacen más en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas, para matar a la mayor cantidad de gente posible, tarea grosera e inútil, porque la vida vence a la muerte, que al fin y al cabo es una manera de recrear. Por eso el arte, que es una fiesta, sigue inventándole fábulas a la vida, para llenar de esperanza a la gente, y esto en un lenguaje que nos llega a todos: la belleza.
Entonces lo sensato es recomenzar a cada instante, y sin impaciencia desaparecerá la violencia. La vida le gana a la muerte, por eso nace más gente de la que muere. Y nacen más en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas, para matar a la mayor cantidad de gente posible, tarea grosera e inútil, porque la vida vence a la muerte, que al fin y al cabo es una manera de recrear. Por eso el arte, que es una fiesta, sigue inventándole fábulas a la vida, para llenar de esperanza a la gente, y esto en un lenguaje que nos llega a todos: la belleza.
La paz
hace nacer pueblos y enriquece a todos, pueblos que se comunican entre sí,
gracias al arte, que no tiene fronteras. Pueblos que no dejan de elevarse como
Manhattan, un desaforado Mondrián de acero; pueblos que flotan graciosamente,
como Ámsterdam, pueblos de rincones luminosos como París, al que Cortázar pudo
ver desde Buenos Aires y Henry Miller desde New York. Pueblos como Sevilla,
apoyados en el canto; pueblos como Copenhague, de plazas congeladas, para que
vuelvas a los hogares, donde los leños ardiendo, son la mejor compañía de
Ravel; pueblos como Zurich, de cajas fuertes rodeadas por lagos y cisnes. Fue
una tragedia para Salvador Dalí, la muerte del suyo.
En la paz, todo es creación, es un vivir en arte. La paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco. La paz me hace gozar como nadie al sol de todos. Por la paz mi canto se eleva muy alto y aggiorna los rincones más bajos. La paz es el poema que mejor me modela. En la paz, mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas tienen hijos. En la paz se siente cómoda la libertad y es fácil la justicia. La paz, es una flor donde están todas las primaveras; en la paz, nos miramos a los ojos y compartimos todos nuestros sueños por audaces que sean. En la paz, uno es uno mismo sin esfuerzo. En la paz todo me da derecho a sentirme hijo de Dios.
No seas desagradecido, ¡piensa cuantas cosas tuvieron que conectarse desde lo más recóndito del universo para que fueras éste que eres! ¡Para que pudiera ser la ciudad donde vives! piensa cuantos millones de años tuvieron que pasar, para tener conciencia de la maravillosa inmensidad que nos rodea, de la que somos parte.
"Yo
soy nosotros", dice Marcos Constandce, que tiene una visión transpersonal,
es decir, ya está en la nueva era.
Abre los ojos de tu corazón y lo verás a Dios, que es lo que nos habita cuando estamos conscientes, entonces sentirás que el espíritu se recreó hasta llegar al hombre que llega a tener conciencia de Dios, el hombre en que se repite toda la evolución. Somos el final de una cadena extraordinaria que tiene 15.000 millones de años. Tal vez seamos el objetivo de la creación, entonces nuestra religión es universal.
Arriesga,
la vida es cambio permanente, siempre te da revancha. Recuerda que el que no
está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.
Ahora que estás solo y tranquilo, que estas
contigo mismo, único ser del que eres responsable te diré: Deja que la
curiosidad te lleve donde sucede la vida, no seas espectador de la televisión,
sino protagonista de la tierra, recuerda que a los que se animaron les debemos
todo; píntate un sí en la frente para que se te acerquen los que quieren vivir,
sin preocuparte por el tiempo, porque en una eternidad se recomienza a cada
instante. Y no pierdas energías cuidándote, porque la vida es bello peligro; si
mi madre, se hubiera cuidado de mi padre, yo no estaría aquí. Si nos juntamos
somos ricos. Tú tienes lo que yo no tengo y viceversa. Y qué sucedería si nos
juntamos todos, desde el cada uno que hay en cada cual.
La
vida nos propone tantas cosas
permanentemente, que hay que hacer cada vez más esfuerzo para seguir siendo
pobre y desdichado, que rico y feliz.
No olvides que eres un aristócrata, un príncipe porque eres hijo del rey del universo. Sólo tienes que darte cuenta. Recuerda que Jesús decía, que al pan lo trae la verdad y a todo lo que necesitas. ¡Entonces no hay límites! ¡tú decides a dónde quieres llegar! y esto con la alegría que abre todas las puertas, porque para Dios siempre somos niños! entonces la vida es un juego maravilloso, un juego que incluye al todo y a todos. Estás hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear todo.
Cuando
dices no puedo, estás diciendo no
quiero. Ya hay demasiados mártires, necesitamos héroes. ¡Levántate y anda!, yo
te acompaño, como te acompañaran todos los que se animan a vivir mejor, los que
terminan favoreciendo a toda la humanidad, que es la grandiosa empresa a la que
pertenecemos todos.
Camina
tranquilo, que no te confundan los noticieros; el bien es mayoría; que no te
distraigan de tu tarea que es alcanzar la plenitud; ¡nada como vivir en uno
mismo!. Sólo así puedes sentirte en casa
como en cualquier parte, entonces nada es lejos ni ajeno. Si cada uno fuera
cada cual, la sociedad sería una orquesta, enriquecida por todos los sonidos,
por todas las voces, una grandiosa armonía de individuos, la sinfonía donde
todos aportan su voz, una partitura escrita, para cada uno de los instrumentos,
es decir, una partitura respetada por todos. Pero esa orquesta que deberíamos
ser está fragmentada porque todos estamos contra todos, y esto nos ha agotado y
desesperanzado, por eso perdimos la
imaginación que podría darnos alguna idea de convivencia, pero el miedo ,que es
ignorancia, nos separa más y más, y este divorcio nos enferma y empobrece a
todos, porque la humanidad es un repertorio riquísimo, tan brillante como
interminable y todos tenemos que ver porque todos venimos de un primer hombre,
de una primera mujer; entonces hay negros y chinos en mí; soy tan bueno como
Jesús y tan peligroso como Hitler; soy tan musulmán como ateo, muero como el
que muere y nazco con el que nace. Todos somos fecundados y auxiliados por todos,
pero desestimamos a todos porque nos desestimamos; en lugar de enriquecernos
con el otro, le escapamos, nos combatimos en lugar de asociarnos, y matar al
otro es suicida, porque... es una continuación nuestra. El odio que es miedo,
nos ha traído a esta desesperanza donde se ahoga la imaginación, y sin
imaginación perdemos la bendita
semejanza, es decir, dejamos de ser creadores.
La tarea es armonizar esta gigantesca variedad que es la humanidad porque esto enriquecería a todos. Hasta dejamos de decir cosas bellas a las mujeres porque ahora puede ser considerado acoso sexual. Pronto tendremos que salir a la calle con un abogado; parecería que vivir es una secuencia de pleitos. La tarea es comprender que la vida son subidas y bajadas, constante movimiento, es decir, cambios. Entonces tenemos que sacar de nuestro lenguaje la palabra decadencia, que es otra etapa más.
Nada
es para siempre. Por eso debemos estar atentos, listos para el cambio, preparados
para toda circunstancia porque la vida es como es, no como debería ser. Todo nos fue dado, por tanto, nada nos pertenece, sólo nos queda
gozar lo creado y cuidarlo para el que
vendrá, que es una continuación nuestra, como nosotros somos continuadores de
nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos y así hasta Adán,
el rojo Adán, como le gustaba decir a Borges, que cometió el peor de los
pecados: no fue feliz, por eso se sentía perseguido por la sombra de haber sido
un desdichado.
El primer dato de sabiduría, es saber quién es el que sabe. El segundo, estar en lo amado, que nos hace más brillantes porque estamos más atentos, por eso rendimos más. El amor, nos aggiorna de tal manera que enamoramos a todos. Está permitido que te caigas, pero no que te quedes en el suelo.
El primer dato de sabiduría, es saber quién es el que sabe. El segundo, estar en lo amado, que nos hace más brillantes porque estamos más atentos, por eso rendimos más. El amor, nos aggiorna de tal manera que enamoramos a todos. Está permitido que te caigas, pero no que te quedes en el suelo.
En este momento, la sociedad está detenida por
una congestión del tránsito, que ya es desmesurado porque las ciudades ya son
desmesuradas. O tal vez dejemos de pensar para cambiar todas las ideas y
comenzar de nuevo.
Ya no habrá grandes mitos que seguir, ni ideologías. Ahora deberemos comunicarnos de hombre a hombre porque ésta, es la era del individuo, por eso la Internet. Entonces aumentará la calidad, desaparecerá lo macro para que señoree lo micro. Esto quiere decir que de aquí en más, no habrá televisor, política o familia que pueda apagar ese fuego sagrado que es el alma, donde vive para siempre la inteligencia, alimentada por el universo desde hace tantos siglos.
Los que preguntan avanzan, los que no preguntan se quedan; es decir, mueren porque la vida es movimiento. Todo se recrea a cada instante, por eso hay que estar atento. Por una mujer, te pierdes al resto. Por una casa te pierdes el mundo, es decir, por una esquina te pierdes mares y ríos, es decir: delfines, ballenas, salmones, tiburones. Por una familia, una ideología y una religión, te pierdes arquitectos, egiptólogos, poetas, filósofos, chamanes, antropólogos, profetas, ¡miles de maneras de ver al espíritu y las estrellas! orquídeas de Colombia, Bacon, Giaccometti, Nietzche, el Golfo de Aqaba, Alejandría, Tokio, la Grecia de Homero que tanto amó Lorenz Darrell, Guanajuato, donde me enamoré de Katherine Valevka, -aunque no tuve oportunidad de decírselo- Chichicastenango, donde con una danza ordenaron a mi esqueleto. París, donde Rilke veía despertar a la belleza cada mañana al lado de Ronda. El trastevere romano, donde Fellini dibujaba sus personajes, donde el Moisés de Michelangelo, está harto de los turistas que los asfixian en San Pietro in -Víncoli, donde apenas cabe. Londres, Berlín, Bruselas, Praga, donde los escritores románticos tenían una idea tan alta de la felicidad que nunca la alcanzaban, por eso se sentían desdichados; tristeza que los excitaba, dolor que gozaban, como los cantadores flamencos y los cantores de tango. Madrid, donde Lupe siempre está al borde del pensamiento, pero nunca cae. Miami, que es el puente que comunica a los latinos con los sajones. El desierto de Sonora, donde conocí a Erich Fromm, que decía que Susuki era un budista Zen, porque lo había experimentado, y esa autenticidad lo hacía difícil de leer, porque el Zen no da respuestas racionalmente satisfactorias, pero sí los libros de los intelectuales occidentales que lo explican más fácilmente aunque no lo hayan experimentado.
No
idolatres a nada ni a nadie, porque tener una idolatría es perder la independencia
y esto es conflicto, enfermedad segura. Como fácil se pierde lo que se ganó sin
esfuerzo, como sigue siendo pobre el que
no goza lo que le sobra. El gran paso es
ir de la egolatría, que te compromete, que te esclaviza a tantas cosas externas
a la libertad interior, entonces se alcanza la paz, y la paz te hace vivir todo
con plenitud, es decir… te enriquece.
Los últimos salvadores son dudosos, pero no afectan la enseñanza de Buda, ni enferman a la Biblia. La enseñanza de Buda no está debilitada por el que no cree en la trasmigración, ni muere la Biblia porque se enfrente al saber más realista de la historia de la tierra y de la evolución del hombre. Como es inocente pensar en una sociedad sin delincuentes, pero cualquiera puede ser mejor si se lo propone. No le bastan las buenas intenciones al universo, que es como es, y no como nos gustaría que fuera. La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo para creer en uno mismo. Y cuando uno está bien plantado en uno mismo, se anima a ver todo; entonces conocemos a la realidad y de ahí en más podemos comprenderla, entonces nos salvamos de las decepciones.
Los últimos salvadores son dudosos, pero no afectan la enseñanza de Buda, ni enferman a la Biblia. La enseñanza de Buda no está debilitada por el que no cree en la trasmigración, ni muere la Biblia porque se enfrente al saber más realista de la historia de la tierra y de la evolución del hombre. Como es inocente pensar en una sociedad sin delincuentes, pero cualquiera puede ser mejor si se lo propone. No le bastan las buenas intenciones al universo, que es como es, y no como nos gustaría que fuera. La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo para creer en uno mismo. Y cuando uno está bien plantado en uno mismo, se anima a ver todo; entonces conocemos a la realidad y de ahí en más podemos comprenderla, entonces nos salvamos de las decepciones.
Sabemos que detrás de una máscara, siempre hay otra, como también vemos la pureza en la desnudez, las libertades del jazz y los ritos de las dictaduras. Aceptar la realidad, es salvarse de los engaños, entonces la verdad nos hace vivir plenamente.
No te engañes! entonces nadie te engañará! ¡Sé firme como Buda, como Jesús, como Espinosa, como Einstein, como Ford; firme pero abierto al mundo, atento a las propuestas de la vida! Predica las virtudes, pero no calles las verdades. ¡Nunca te arrepentirás de haberte animado, y nunca te perdonarás no haberlo hecho! Además, no tienes nada que perder, porque ni una sola de tus orejas es obra tuya, y no te preocupes por el futuro porque al final de tu vida no te espera la cima de la montaña, sino la paz del valle. A nadie tienes que rendir cuentas si no haces mal a nadie; como a nadie tienes que explicar nada, por eso no debes agotarte en las vanas áreas de querer convencer y gustar. Lo importante es que estés convencido y te guste lo que haces. Y si tienes un gran sueño debes estar dispuesto a un gran esfuerzo para concretarlo, porque sólo lo grande alcanza lo grande. Si estudias superficialmente, aprenderás superficialmente. Si vives por la mitad, sólo conocerás la mitad de la vida. Si tienes la cabeza dividida verás al mundo dividido. Si trabajas por obligación, serás un desocupado, un desdichado más. Si tienes miedo no conocerás al amor que es valentía.
No estás deprimido, estás distraído del presente donde sucede la vida, por ejemplo: los amaneceres y los ocasos, las gaviotas, los cóndores, las águilas, las palomas y las golondrinas, las montañas, los valles, los ríos y los mares, el deporte, el arte, la agricultura, la arquitectura, la selva, los guacamayos, los monos, los tigres, los leones, los cocodrilos, los elefantes, los arroyos, los seres humanos de todos los colores, el ilusorio tiempo que te empuja y la eternidad que te permite cambiar de rumbo y recomenzar a cada instante.
No estas deprimido, estas distraído de las maravillas que suceden alrededor tuyo; desde nacimientos a cosechas, desde revoluciones a conciertos, desde campeonatos de fútbol a viajes interplanetarios. No estás deprimido por algo que pasó, sino distraído del todo… que es ahora mismo.
FACUNDO CABRAL
Por ahí circula un texto en el que le adicionan unas frases como : "Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él. Si él tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella. Él te manda flores cada primavera..." etc, pero como no son parte del audio original, no se lo puse.
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